
LIVING LA VERA - ENCUENTRO SOCIAL
¿Reconoces ese sentimiento de conexión humana donde solo hace falta un pequeño motivo para hacer algo grande? Este es nuestro homenaje a ese pequeño motivo que acabó con un encuentro internacional autogestionado.
5/8/20242 min read
Encuentro Social de Diseminación
Sí, es verdad que ya ha pasado algún tiempo, pero los que estuvimos allí, aún lo recordamos cercano y con cariño. Esto fué un experimento social al más puro estilo cencerro. Cuatro trabajadores juveniles se juntaron para atender un Proyecto Erasmus + para trabajar, pulir y desarrollar habilidades de facilitación con grupos, creación de proyectos europeos y networking por doquier.
Como es menester, después de cada Proyecto Erasmus + hay una etapa de de diseminación de los resultados aprendidos. Esta fase esencial de cualquier proyecto formativo o intercambio juvenil está destinado a hacer llegar los conocimientos, habilidades y competencias desarrolladas de alguna forma a la comunidad de los participantes o entornos próximos donde se desenvuelven. Es decir, A cambio de una experiencia formativa tú, como participante, te comprometes a hacer algo para los demás que demuestre que el tiempo invertido ha merecido la pena.
El abanico de posibilidades en este punto es amplio, por no decir infinito. La creatividad es el vector principal en esta ardua tarea. Normalmente, suele ser un post, un taller con jóvenes o una difusión elabo-improvisada en la escuela del barrio. Nosotros decidimos hacer una cencerrada: cada uno de los trabajadores juveniles (recordemos que éramos cuatro) decidimos juntar a, mínimo, cuatro personas más de nuestros círculos cercanos (si no se conocían entre ellas mejor) y convencerles de pasar el mejor fin de semana de su vida en un refugio en las faldas de la Sierra de Gredos hablando sobre las oportunidades que tiene la juventud de nuestro país en programas europeos y resolviendo dudas de primera mano. El rango de edad varió entre los 10 hasta los 80 años.
Allí, una vez juntados más personas de la cuenta (siempre hay curiosos de última hora que no temen al destino), hicimos lo que mejor se nos da, pasarnos la bola caliente de uno a otro. Es broma, es broma. A pesar de que el tiempo no acompañó y el agua caliente brilló por su ausencia, nos las ingeniamos para seguir haciendo creer a esas personas desconocidas entre sí que era el mejor fin de semana de sus vidas. A día de hoy, nadie ha reconocido tal afirmación, pero tampoco ninguno ha dicho que no volvería a un encuentro social del cencerro… Es más, algun@s ya lo han dejado caer más de una vez en distintos contextos.
¿Y tú, acudirías a un Encuentro Social de cencerros?






Desarrollo juvenil sostenible